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EL AIRE COMPRIMIDO,
Brammer explica cómo un
pequeña cambio en el uso del aire comprimido puede crear
El aire comprimido y las pistolas de expulsión forman una parte integrante de los procesos industriales en toda Europa. Si bien el aire es gratuito, la energía consumida por los compresores tiene un coste elevado, ya que más del 10% de la electricidad que emplea el sector industrial se destina al uso y empleo de aire comprimido; ya sea para enfriar, secar, limpiar, descontaminar o aspirar. En algunos casos, el consumo de electricidad que se deriva de su uso alcanza el 30% del consumo total de electricidad. A pesar de que sólo el 8-10% de la energía total que consume un compresor acaba convirtiéndose en la energía final necesaria para hacer que el equipo funcione. Lo que representa, evidentemente, un importante derroche energético así como económico. Brammer, el principal distribuidor paneuropeo de productos y servicios de Mantenimiento, Revisión y Reparación (MRO), quiere destacar cómo el diseño innovador en aplicaciones industriales estándares, como por ejemplo una pistola de expulsión más eficiente, puede resultar en ahorros significativos. Oliver Campbell, Marketing Manager en Brammer España, ha explicado que "por naturaleza, las pistolas de expulsión gastan mucha energía; cada uno de sus usos representa una nueva fuga en el sistema. Por eso existe un potencial enorme para ahorrar." "Modificando el diseño interno de la pistola y adaptando sus boquillas, se pueden lograr grandes mejoras en rendimiento y eficiencia, y una reducción de más del 20 por ciento de su factura de electricidad." El aire comprimido y el ahorro energético mediante las pistolas de expulsión es el último tema de la serie de vídeos de "Consejos Rápidos" de Brammer. |
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